Entramos en la estación en la que recogemos los frutos, la cosecha de nuestras experiencias y vivencias, es por ello muchas de nosotras sentimos que el año empieza en septiembre, iniciamos una nueva etapa (un nuevo “curso”), es momento de recogimiento, de hacer balance y sobre todo acopio de lo que necesitaremos para pasar el invierno.
El otoño es una invitación a dejar ir, a soltar, a deshacernos de todo aquello que no podemos ni debemos cargar. Solo tienes que echar un vistazo por tu ventana y ver como la naturaleza se prepara lentamente para morir, para renacer. Las hojas se marchitan, las flores perecen, los árboles se desprenden de su follaje …
¿Cómo prepararnos energéticamente para el Otoño?
Lo primero que has de hacer es tomar conciencia de que tu energía fluctúa y cambia constantemente, las estaciones son uno de los principales aspectos que marcan esos cambios en nuestro cuerpo.
Nuestras necesidades físicas, emocionales y espirituales no son las mismas en verano que en invierno, no dormimos las mismas horas, no comemos lo mismo, no realizamos las mismas rutinas, además que las horas de luz influyen en nosotros, en nuestros ritmos internos, nuestro estado de ánimo y por supuesto en nuestra vibración.
Estamos directamente ligadas a la madre naturaleza, reconectar con los ritmos de la tierra, sintonizar con la energía que fluyen en cada momento del año es abrirnos a conectar con la energía de la vida. Transitar por las cuatro estaciones es todo un viaje energético que nos ayuda a reconocer, descubrir y despertar todo nuestro potencial.
Armonizarse con los ciclos naturales es vital para conocernos mejor, vivir más conectadas y ser más felices.
Cada estación nos regala unos dones, y estos nos han sido legados por nuestros ancestros. Hemos de tener muy presente que Europa es una tierra celta y estos (al igual que muchas otras culturas) estaban totalmente ligados a los ritmos de la naturaleza, no se regían por un tiempo lineal sino que percibían la línea del tiempo como algo cíclico, al igual que las estaciones en la Tierra, la fases de la Luna y la menstruación femenina.
Personalmente las celebraciones celtas me han ayudado a recuperar el equilibrio y aceptar la dualidad de mi ser, viviendo en consonancia y fluyendo con mi energía masculina y femenina.
Déjame recordarte que estamos en constante movimiento, las estaciones reflejan el ciclo de la vida ayudándonos a aceptar los cambios naturales de nuestra energía en lugar de oponernos a ellos.
El otoño representa la abundancia, las raíces bien arraigadas, la madurez de los frutos, nos invita a cambiar la mirada, a ir hacia adentro, hacia nosotras mismas.
Si te fijas se recogen las últimas cosechas, se hacen conservas para almacenar los frutos y llenar así nuestras despensas … es tiempo de poda, de limpieza de quitar todo lo que puede impedir que las semillas vuelvan a brotar en primavera.
El otoño es el camino hacia el reposo, volvemos a la cueva, a nuestros hogares, volvemos al refugio y al calor de nuestras casas. Anochece antes y el manto de la noche temprana te invita al descanso.
Aquí te comparto algunas recomendaciones
Recomendaciones para recibir la energía de Otoño:
- Presta especial atención al cuidado de tu cuerpo.
- Baja el ritmo, disfruta de las pequeñas cosas de la vida.
- Observa y conecta con la naturaleza.
- Deja ir los errores del pasado.
- Toma conciencia de tus talentos, dones y capacidades.
- Ocupa tu lugar marcando límites sanos en tus relaciones.
- Inicia esa actividad que tanto te apetece.
- Realiza rutinas que te arraiguen a la Tierra.
- Viste con sus colores: marrones, ocres, anaranjados, dorados, burdeos, etc…
- Prioriza el descanso, busca tiempo para ti
- Deshazte de todo aquello que ya no necesitas (aprovecha el cambio de armario para regalar, donar o tirar todo lo que no usas)
El otoño es la terminación, la conclusión de un ciclo energético, es la transformación, la metamorfosis, cómo la oruga nos preparamos para meternos en nuestro capullo y renacer la próxima primavera.
Haz espacio en tu corazón, en tu casa para recibirlo. ¿Cómo?
- Trata de consumir alimentos de temporada
- Puedes crear un altar.
- Celebrar el Equinoccio (en especial tengo un ritual hermoso para esto)
- Decorar tu casa con sus texturas y colores.
- Trata de consumir alimentos de temporada.
- Arraigate a la madre Tierra a través de meditaciones, yoga, rituales, actividades como tejer, trabajar el barro, hacer tartas/conservas, etc.
Si estás interesada en conocer más sobre la energía del otoño te invito a celebrar su llegada como lo hacían los antiguos celtas festejando Mabon. La sabiduría ancestral de esta fascinante cultura sigue acompañándonos, guiándonos y ayudándonos a conectar con las energías del momento.
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