Estamos inmersos en la Época Oscura del año, los días se hacen más cortos y las noches mucho más largas en el Hemisferio Norte. La Naturaleza se prepara para los meses fríos del año, el invierno se acerca invitándonos a sumergirnos en nuestra sombra, a explorar en lo más profundo de nuestro Ser. Noviembre es un mes entre mundos, con la celebración de Samhain nos hemos adentrado en la mitad oscura del año y esperamos el renacimiento de la luz en Yule (Solsticio de Invierno) para ir dando poco a poco la bienvenida al sol, a la ansiada primavera después de transitar una vez más este tiempo de introspección, autoconocimiento, sanación y gestación de nuevos propósitos.
La Luna de Duelo nos habla de honra y agradecer todo aquello que hemos dejado marchar (relaciones, personas, trabajos, proyectos, hábitos, sueños, etc.), de soltar lo que suponía un peso y de permitirnos sentir el dolor que toda pérdida conlleva. El duelo es el proceso por el que se acepta algo que ya no podemos cambiar.
Esta luna nos da la oportunidad de descender en nosotras mismas, encontrarnos y conocernos. Es el momento de abrirnos al cambio, de eliminar patrones negativos de nuestra existencia y prepararnos para sustituirlos por algo positivo. Sé que es difícil rendirse, entregarse, dejar de luchar contra molinos de viento, solo tu conoces tu verdad, solo tu sabes que necesitas sanar y ese proceso solo se dará si eres capaz de entender y abrazar tus sombras, si eres capaz de prestar tiempo y atención a reconocer y sanar tus heridas, si eres capaz de estar a solas contigo misma, bucear en tu interior y escucharte, verte en plenitud, llorarte si lo necesitas. ¿Estás preparada para abrirte a este renacer, a esta metamorfosis que transitamos una y otra vez a lo largo de la Rueda de la Vida?
Esta plenitud nos da la oportunidad de cerrar asuntos pendientes, saldar deudas, resolver problemas que venimos arrastrando, despedirnos de relaciones que están destinadas a finalizar, despojarnos del estrés, de la ansiedad y de las preocupaciones.
Recuerda que aquello que es para ti está esperándote ahí fuera pero la primera parada del viaje es siempre hacia tu interior, para avanzar hacia el futuro antes has de soltar el peso del pasado.
Aprovecha estas semanas para reflexionar sobre tí misma y dejar ir todo lo innecesario, repasa mentalmente tu año y haz balance de tus deseos, tus ambiciones, hábitos mentales y de comportamiento y las personas en las que inviertes tu energía. Despeja y limpia tus espacios vitales y de trabajo, deshazte de todo aquello que no contribuya a tu bienestar. Tómate un tiempo para llorar y deja ir cualquier cosa o persona que no te traiga alegría para que puedas comenzar a avanzar, sin restricciones, hacia un año nuevo más ligera y feliz.
¡Que la Luna Llena te colme de bendiciones!
Con amor;
Lidia Maeve.
