Para los celtas los Esbats eran y son fiestas lunares en honor a la gran Diosa.
En las noches de luna llena festejaban el plenilunio haciendo limpiezas energéticas, cargando sus amuletos y conectando con la sabiduría de sus ancestros y de los ritmos naturales a través de distintos rituales.
Celebrar los Esbats es abrirnos a descubrir aquellos aspectos olvidados o perdidos de nuestra energía femenina a través de las 13 lunas llenas del año.
Cada plenitud nos ayuda a observar lo que sucede en la naturaleza y como nos afecta cada uno de sus ciclos, despertando nuestra creatividad, descubriendo nuestro poder ancestral, reconociendo la grandeza que habita en nuestro interior.
La Luna es un recordatorio del aspecto cíclico de la vida, algo que nos conecta con antiguas tradiciones y culturas como la celta, dónde se celebraban estos Esbats honrando a todas las lunas llenas que transitaban el cielo nocturno una y otra vez, mes tras mes, año tras año, siglo tras siglo … en un baile cósmico eterno.
Cada plenilunio tiene sus propias características, emite su propia energía, ayudándonos a profundizar en unos y otros aspectos en sincronía con la vibra del momento presente.
Agosto nos trae el regalo de la Luna de Maíz (en el hemisferio norte):
Aunque todavía hace mucho calor, la luz del sol tiene un tímido brillo que nos recuerda que la estación veraniega está finalizando y que el reinado de la luz se apagará pronto. Esta plenitud nos empuja a mirar/observar el camino recorrido, y ver que se ha quedado obsoleto/anticuado, para así poder desprendernos de ello, ha llegado el momento del año en el que hemos de deshacernos del exceso de equipaje para cuando viajemos por la mitad oscura del año.
Esta Luna nos anuncia la llegada del Otoño y nos invita a compartir y celebrar las riquezas que nos brinda la naturaleza.
Es tiempo de la primera cosecha. El maíz que se recolecta en los campos es símbolo de abundancia, todos los rituales hechos con él nos dan a entender la importancia dada a este cereal.
Este mes celebramos la Tierra, su generosidad y sustento (a través de las cosechas) y el final del verano, a su vez agradecemos a las deidades por nuestra propia cosecha a todos los niveles (físico, emocional y espiritual). En esta ocasión la Luna de Maíz se encuentra en el signo de Acuario una posición ideal para la realización de rituales mágicos y para explorar nuestra propia espiritualidad. De esta segunda luna llena en Acuario y su energía os hablaré más profundamente en mi siguiente post.
Transitamos semanas perfectas para recolectar, apreciar nuestro trabajo, ver el crecimiento/aprendizaje que hemos experimentado en este ciclo, y para agradecer todo lo recibido. En estos últimos días de agosto nos sentiremos colmados de vitalidad, ganas de relacionarnos, compartir, celebrar y estrechar lazos.
El trabajo energético que podemos realizar en esta luna es deshacernos de hábitos que no nos son beneficiosos. También es un gran momento para dejar ir todo aquello que ya no nos aporta nada y no deseamos seguir arrastrando/cargando… desde un pensamiento hasta una relación tóxica (tiempo de liberarnos y soltar peso).
Momento para reflexionar sobre las metas cumplidas y plantearnos/diseñar nuestros nuevos objetivos:
- ¿Qué he recibido en este ciclo?
- ¿Cuál fue mi siembra y que frutos estoy recogiendo?
- ¿Cuánto me he implicado/he trabajado yo para obtener estos “resultados”?
- ¿Cómo puedo mejorar mis cosechas el próximo año?
Para poder aterrizar toda la energía de este 8ª Esbat te traigo un hermoso ritual que te ayudará a conectar con la Abundancia e incrementar tu prosperidad.
¿Estás preparada para abrirte a recibir y celebrar la riqueza en tu vida?
RITUAL PARA DAR LAS GRACIAS POR LO OBTENIDO:
- Vas a necesitar:
- Una Mazorca de maíz madura (o 13 granos)
- Una aguja,
- Hilo de coser amarillo (o dorado)
- Un bol pequeño de harina de maíz
- Hierbas para quemar (canela, tomillo, lavanda, romero).
Prepara tu espacio, limpia y protege tu altar (o el lugar dónde vas a realizar el ritual). Empezamos extrayendo con cuidado 13 granos de la mazorca de maíz, una vez los tengas fuera, pasa el hilo uniendo cada grano, mientras dices (mentalmente o en voz alta):
“Madre del maíz, no permitas que el frío pueda volver, comparte tus dorados frutos durante esta Luna y haz que nuestros ingresos/nuestra abundancia puedan crecer.”
Ahora quema, a ser posible en un recipiente de barro y con mucho cuidado, las hierbas y sahuma (pasar por el humo para purificarlo) el hilo con los granos de maíz. Una vez hecho esto, dirígete a un bosque, un jardín o una plaza y cuelga los granos en las ramas de un árbol, entierra el resto de la mazorca (o granos sobrantes) debajo de sus raíces y echa la harina de maíz alrededor del tronco yendo en la dirección opuestas a las agujas del reloj.
Pide a ese árbol que acepte tu ofrenda a la Madre del maíz y luego di, si quieres esta oración a la Diosa de la abundancia:
“Hermosa Abundantia, deseo ser como tú: despreocupada y llena de fe en que mis necesidades ya han sido cubiertas de todas las maneras.
Ayúdame a reemplazar cualquier preocupación sobre el dinero con alegría y gratitud. Ayúdame a abrir los brazos para que el Cielo pueda ayudarme fácilmente. Gracias por tu guía, por todos tus dones y tu protección. Estoy verdaderamente agradecido/a y sumamente feliz y satisfecho/a. Ahora me suelto y me relajo en el conocimiento de que cuidarás de mí completamente, de inmediato y en el futuro”.
Agosto nos recuerda que el cambio de estación está cerca, el crecimiento de la primavera y el verano empieza a ralentizarse, pasamos de la expansión al recogimiento. Celebramos el primero de los tres meses de cosecha, con septiembre y octubre por venir … aunque nos parezca pronto debemos empezar a prepararnos (física y energéticamente) para el invierno.
¡Qué tengas una feliz plenitud!, ¡Que la Luna llena te colmen de bendiciones!
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Con Amor; Lidia Maeve