Los movimientos astrológicos pueden tener miles de significados dependiendo de la cultura, la ciencia, las creencias o la religión que las interpreten. El sentido de la danza del universo es infinito, para los antiguos celtas los seres humanos tenían una conexión natural con los ritmos del Cielo, los ciclos de la Tierra y la energía de los Árboles.
La cultura celta sintetiza los saberes ancestrales provenientes de tracios, aqueos, etruscos, cananeos, hebreos, fenicios. A través de ellos, construyeron una sociedad que vivía según la observación de las estaciones, las plantas que florecían o daban fruto en ese momento, sus arquetipos y vibraciones, así como los cambios astrológicos y sucesos relevantes; de esta comunión con la naturaleza surgieron sus creencias, mitos y ritos.
El increíble conocimiento de los druidas sobre los árboles influenció en la creación del horóscopo celta, los bosques eran símbolo de vida y protección, para ellos el poder de los Dioses se encontraba místicamente representado en cada uno de sus árboles y plantas. Al reunir toda esta información, nace una interpretación distinta a través del horóscopo de los árboles, una dinámica astrológica extraordinaria, con una profunda influencia de la naturaleza y el cosmos basada en la antigua idea de que el momento de nuestro nacimiento es fundamental para la formación de nuestra personalidad y nuestros rasgos principales (cualidades, virtudes y atributos).
Esta visión, a diferencia de la astrología occidental, contempla 13 signos, ya que está basada en un sistema lunar, nombrados según el árbol/planta predominante de cada luna del año. Hay además un día extra, el 23 de diciembre, conocido como “el día sin nombre”, cuya planta regente es el muérdago planta mágica para los celtas, puesto que protege de todo mal y se relaciona directamente con los dioses y la inmortalidad.
Cada uno de estos trece meses lunares (de 28 días cada uno) correspondía a un árbol y a éste le correspondía una letra del Ogham (antiguo sistema de escritura irlandés). La Rueda celta del Año marca los meses y su correspondencia con cada árbol, en ella están indicadas también las fiestas que se celebraban a lo largo del año.
La luna y el horóscopo arbóreo enlazados entre sí nos ofrecen una herramienta sagrada y poderosa, obteniendo una visión poco común de la psique humana.
Cada árbol posee unas cualidades, otorga unos dones, esconde una historia oculta, mística, legendaria que contar y solo se la trasladara a quien comprenda que en él late la vida de un ser majestuoso.
HORÓSCOPO CELTA
DEL 8 DE JULIO AL 4 DE AGOSTO: EL ACEBO
CARACTERÍSTICAS:
Son nobles y de mentalidad elevada. Las personas Acebo asumen con facilidad posiciones de liderazgo y poder. Si eres de este signo aceptarás retos sin problemas, superando obstáculos con un tacto y una habilidad única gracias a tu rapidez mental, precisión y capacidad de improvisación.
Es muy raro que la gente acebo se vea vencida/derrotada, por esta razón los demás ven en ellos a grandes líderes (aunque suelen ser muy introvertidos cuando lo necesitan sacan su lado más guerrero).
A veces pueden parecer descarados y arrogantes, pero no es más que una gran confianza en su potencial, conocimiento y habilidades. Son generosos, valientes, optimistas, honestos, amables y muy cariñosos en su entorno más íntimo.
Uno de sus grandes pilares son su familia, dan mucha importancia a sus raíces y les encanta que su hogar sea su refugio.
Su mayor virtud: siempre creen en un futuro mejor y trabajan con tesón para conseguirlo. Su tenacidad es la llave que abrirá todas las puertas que deseen.
Signo Celta Acebo
Deberían aprender a gestionar su competitividad y excesiva ambición para evitar futuras frustraciones. Todo tiene sus tiempos, la paciencia y la serenidad son aspectos a trabajar en su día a día para alcanzar su bienestar integral (sobre todo para soltar su pesada carga mental).
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