Para los celtas los Esbats eran y son fiestas lunares en honor a la gran Diosa. En las noches de luna llena festejaban el plenilunio haciendo limpiezas energéticas, cargando sus amuletos y conectando con la sabiduría de sus ancestros y de los ritmos naturales a través de distintos rituales.
Celebrar los Esbats es abrirnos a descubrir aquellos aspectos olvidados o perdidos de nuestra energía femenina a través de las 13 lunas llenas del año. Cada plenitud nos ayuda a observar lo que sucede en la naturaleza y como nos afecta cada uno de sus ciclos, despertando nuestra creatividad, descubriendo nuestro poder ancestral, reconociendo la grandeza que habita en nuestro interior.
La Luna es un recordatorio del aspecto cíclico de la vida, algo que nos conecta con antiguas tradiciones y culturas como la celta, dónde se celebraban estos Esbats honrando a todas las lunas llenas que transitaban el cielo nocturno una y otra vez, mes tras mes, año tras año, siglo tras siglo … en un baile cósmico eterno.
Cada plenilunio tiene sus propias características, emite su propia energía, ayudándonos a profundizar en unos y otros aspectos en sincronía con la vibra del momento presente.
Julio nos trae el regalo de la Luna de Bendiciones, que simboliza la abundancia. Las primeras cosechas están casi listas, la madre naturaleza rebosa vida, vivimos una época de plenitud, de gozo, de disfrute, del esplendor de la luz del Sol. Un tiempo para agradecer todas las bendiciones que hay en nuestra vida.
Transitamos semanas perfectas para hacer balance, reflexionar y darnos el espacio para empezar a preparar una nueva etapa, un nuevo ciclo, planear aquello que deseamos comenzar cuando se termine el verano y hallamos recogido nuestra cosecha (física, emocional o espiritual). Reforzar nuestros propósitos personales desde la calma y serenidad del estío es la labor en la que enfocarnos.
Permite que fluyan las visiones, conecta con tu intuición, sueña, medita, nútrete del poder de los rayos del sol, este mes esta lleno de fuerza, poder y claridad. Presta atención a tus sueños, a esos pálpitos que en estos días van a estar más presentes e intensos.
Los celtas relacionaban esta Luna con la abundancia, ya que el Sabbat de Lammas o Lughnasad está muy, muy próximo.
Hemos de prepararnos para el trabajo que supone recoger nuestra cosecha, planificando nuestros pasos y acciones:
- ¿qué frutos vas a recoger?
- ¿cómo vas a almacenarlos para hacer frente al invierno?
- ¿de qué forma vas a agradecerlos?
- ¿con quién vas a compartirlos?
- ¿cómo vas a celebrarlos?
De esta celebración celta te hablaré más profundamente en mi próxima publicación.
Estas noches de julio son ideales para empezar a vislumbrar nuestro futuro más cercano, para darle forma a las ideas, sueños y proyectos que flotan en nuestra mente. Estamos en un momento de abrir nuestras manos y recoger los frutos de nuestro trabajo, ese que empezamos allá por el mes de marzo/abril (sean los esperados o no), hemos de apreciarlos, disfrutarlos, integrarlos y agradecerlos.
Este Esbat es un recordatorio de que debemos detenernos y dar gracias, es una invitación para bendecir todo aquello que es importante para nosotras, nos ofrece la oportunidad de renacer llenas de vida, de alegría y de luz.
Las palabras clave para esta plenitud son bendición, gratitud, iniciación, éxito, fuerza, renacimiento, paz, serenidad, celebración y magia.
Te invito a realizar tus rituales para honrar al Sol, la luz, el calor y el fuego y hacer tus ofrendas a la luz de la Luna, ¡es tiempo de celebrar!
Cómo te he comentado, unas líneas más arriba, la energía de esta Luna es potente y rápida, lo que pidas se cumplirá antes de la llegada del Otoño, dónde todo se ralentiza …
Para ayudarte a ello te propongo el siguiente ritual, antes de empezar te invito a crear un espacio mágico y especial (dentro o fuera de casa), que te conecte con tus raíces y tu verdad, un espacio en el que te sientas recogida y en paz, un espacio que puede ser sólo para ti o que puedes compartir con quién desees, al igual que el ritual que te comparto.
RITUAL LUNA DE BENDICIONES
Vas a necesitar una vela blanca y un cuenco de cristal con agua que dejarás reposar a la luz de la luna llena durante unas horas (o un día antes de la plenitud).
Cuando estés lista para empezar el ritual, coloca el cuenco con agua en tu altar y prender tu vela* (a ser posible con una cerilla). Ponte frente al altar que has preparado con los brazos extendidos y los ojos cerrados, siente como con cada una de tus respiraciones conectas con la energía de la luna que esta brillando, presente en el cielo y repite en voz alta: “A la luz de la luna mis sueños son claros, la Diosa me susurra al oído. A la luz de la luna mis sueños son bendecidos. Estoy aquí esta noche bajo tu luz para honrar tu presencia, para escuchar a mi corazón y volver a conectar con mi sabiduría ancestral. Con esta agua de luna limpio mi energía y elevo mi vibración”.
Ahora coge el cuenco con agua con tu mano izquierda, toma una respiración profunda (inhalando por la nariz y exhalando por la boca) y sumerge en el cuenco el dedo índice de tu mano derecha (del revés si eres zurda), dibuja tres círculos siguiendo la forma del cuenco, una vez hechos, para, saca el dedo del agua, respira profundamente y vuelve a introducir el dedo en el agua para volver a dibujar otros tres círculos, vuelve a parar , toma una nueva respiración profunda, y haz la última tanda de tres círculos en el agua. Una vez hayas dibujado tus nueve círculos en el agua, introduce de nuevo tu dedo índice esta vez junto con el dedo corazón en el agua y bendice las partes de tu cuerpo que desees, puedes armonizar tus chakras bendiciendo cada uno de tus centros energéticos, o bendecir aquellas partes que creas que más necesitas (presta especial atención a tu frente, tus manos, tu corazón y tu útero), cuando hayas terminado de bendecirte siéntate en un lugar dónde puedas observar la luna el tiempo que te apetezca, dejando que te bañe con su hermosa luz plateada fusionándose con el agua con la que has bendecido tu cuerpo, activando con su energía cada poro de tu piel. Tómate tu tiempo. Visualiza aquello que anhelas y que deseas sembrar en esta luna, siente como la vibra de la luna recorre tu cuerpo y el agua de tu cuenco bendice las semillas que deseas plantar esta noche.
Recuerda que puedes hacer esa siembra por escrito, con una breve carta lanzando tu petición, también puedes pedirle a la luna que te ayude a liberar aquello que ya no necesitas en tu vida, un patrón limitante, un resentimiento, una dolencia, un sentimiento, una emoción, una relación tóxica, lo que sea que necesites soltar.
Puedes utilizar el agua sobrante para regar tus plantas, limpiar tus piedras y cristales, o hacer una limpieza energética de tu hogar añadiéndola al cubo cuando vayas a fregar el suelo.
Al utilizar esta agua puedes repetir en voz alta: “Gracias Luna por tus bendiciones, prometo utilizar tu energía para mi máximo bienestar, dicho queda, dicho está”
*Recuerda que es recomendable dejar que las velas que usamos para nuestros rituales se consuman, si te vas a dormir antes de que se consuma, no soples tu vela, apágala mojando tus dedos o colocando un cuenco, recipiente o campana de barro/metal ya que al soplar alejamos las intenciones que pusimos en nuestro ritual al prender la vela. Las velas han de estar siempre controladas y bajo supervisión.
Correspondencias para armar tu altar este Esbbat:
Colores: Verde, plata, azul y gris
Piedras: Piedra de luna, ágata blanca, ópalos, perlas, cuarzo arco iris.
Árboles: Fresnos, robles y acebo.
Dioses: Lugh(Dios del Sol) , Venus(Diosa de la belleza, el amor y la fertilidad) y Juno (Diosa de la maternidad).
Hierbas: Artemisa, lavanda, bálsamo de limón, esencia de rosas, jazmín.
Elemento: Agua.
Alimentos: Miel, maíz, vino tinto y frutas frescas de la estación.
¡Que tengas una feliz plenitud! ¡Que la Luna llena te colme de bendiciones!
Con Amor;
Lidia Maeve.
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